¿Cuándo usted necesita a un Infectólogo?
Muchas infecciones comunes pueden ser tratadas por su médico personal. Su doctor podría referirlo a usted con un especialista en enfermedades infecciosas, en casos donde una infección es difícil de diagnosticar, es acompañada por fiebre alta, o no está respondiendo al tratamiento prescrito. Algunas enfermedades infecciosas que atienden los infectólogos, podemos mencionar: Hepatitis virales, Infecciones de transmisión sexual (Sífilis, Gonorrea, Herpes genital, etc.), SIDA, Infecciones de vías urinarias, Infecciones del tracto respiratorio superior (Faringoamigdalitis, Otitis, Sinusitis, Gripe), Infecciones del tracto respiratorio inferior (Bronquitis, Neumonías), Enfermedad de Chagas, Toxoplasmosis, Varicela, Tosferina, Fiebre tifoidea, Paludismo, etc.
Los Infectólogos también ven personas saludables que planean viajar al extranjero o lugares donde el riesgo de infección es alto. En estos casos, los Infectólogos pueden ayudarle a determinar si vacunación especial u otras medidas preventivas son necesarias para proteger a los viajeros de adquirir alguna enfermedad infecciosa.
¿Cómo puedo reducir el riesgo de adquirir una enfermedad infecciosa?
Una de las mejores estrategias para prevenir enfermedades infecciosas es la VACUNACIÓN O INMUNIZACIÓN. Asegúrese que usted y sus hijos hayan recibido todas las vacunas recomendadas.
Solicite a su doctor consejo sobre otras medidas que usted y su familia pueden hacer para prevenir las infecciones.
Procedimientos típicos
Los infectólogos frecuentemente revisan sus datos médicos, incluyendo Rayos X, y exámenes de laboratorio, tales como química sanguínea, cultivos de sangre, orina, heces, etc.
Ellos también pueden realizar un examen físico que ayudará a determinar la causa del problema. Un análisis de suero sanguíneo puede ayudar a detectar anticuerpos que indican que tipo de infección usted tiene.
Tratamientos
Los tratamientos prescritos por los infectólogos consisten de medicinas (usualmente antibióticos) que ayudan a combatir la infección y previenen que haya recaída. Estas medicinas le pueden ser dada a usted por vía oral (pastillas o líquidos), o administradas directamente en sus venas, vía un tubo endovenoso.