Cirugía General, laparoscopía Avanzada
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Dirección
Hospital Faro del Mayab
Consultorio 822
Tel: 999 689 4500
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El proceso de decisión de un paciente quirúrgico:
tu oportunidad para conectar con sus necesidades
La manera de abordar a un paciente puede diferir dependiendo de su propia situación. A diferencia de lo que sucede con un paciente clínico, una persona que necesita una cirugía enfrenta una realidad muy distinta ya que implica un proceso de decisión más largo, con más dudas y –por supuesto- muchos más temores.
El solo hecho de decidir cómo, cuándo y dónde someterse al procedimiento que necesita implica buscar de manera activa información en la que podrá recurrir tanto a su círculo cercano como a los medios online que actualmente todos tenemos a nuestro alcance desde un celular, tableta o computadora.
Ante esta situación, como cirujano tu misión será la de comprender cada una de estas fases y de identificar el tipo de acciones (tanto digitales como convencionales) que tendrás que llevar a cabo para proveerle las herramientas y así tomar una decisión bien informada y con la mayor seguridad.
PREPÁRATE A CONOCER INFORMACIÓN REALMENTE VALIOSA PARA TU PRÁCTICA PRIVADA
¿Por qué conocer el proceso de decisión de tu paciente es tan importante?
La respuesta es simple y directa, si tienes la posibilidad de conocer este proceso de decisión significa que también podrás crear y orientar tus esfuerzos de marketing hacia acciones mucho más certeras y efectivas.
Ya que tu objetivo es atraer más pacientes a consulta y confirmar –en los casos en que sea requerido – más procedimientos quirúrgicos, resulta fundamental empezar a comprender cada una de las fases por las que el usuario pasará durante su proceso de investigación.
Esto, sin lugar a dudas, te será de gran utilidad ya que contribuirá a que tu estrategia de marketing digital para tu consultorio sea mucho más efectiva y que, simultáneamente, puede brindarte alguno de los beneficios que a continuación te compartimos:
• Sabrás qué tipo de publicidad médica tendrás que hacer para conectar con usuarios que buscan tus servicios médicos.
• Entenderás la forma en que tu paciente prefiere ponerse en contacto contigo.
• conocerás las preguntas que se está haciendo y que le impiden hacer una cita.
• Optimizarás la forma en que te estás acercando a cada persona que solicita informes sobre tus cirugías.
El valor que todo ello te brinda es incomparable ya que estos beneficios harán de tus acciones algo mucho más preciso, lo que te permitirá capitalizar todas tus oportunidades.
Dicho lo anterior, y con esta información en tus manos, ya puedes iniciar lo más importante: conocer el proceso de decisión de un paciente quirúrgico.
Etapa 1: Estar consciente de que la cirugía es inevitable.
No nos adelantemos. Resulta muy aventurado suponer que el visitante de tu página web médica decida visitar el consultorio, así que lo más sensato es presentarte ante él como una base de conocimiento en donde la persona pueda resolver dudas elementales inherentes al procedimiento quirúrgico que necesita.
En este sentido, es importante evitar los errores impulsivos; tienes que enfocarte en informarlo antes de invadirlo con publicidad. Para ello, puedes recurrir a los contenidos informativos que le eviten al usuario irse con las manos vacías.
Chécate los siguientes ejemplos de preguntas que puedes responder y que seguramente están girando en la cabeza de tu paciente:
• ¿En qué consiste la cirugía?
• ¿Cuáles son los beneficios?
• ¿Cuáles son los riesgos de este procedimiento?
• ¿Cómo saber si soy candidato a la operación?
Etapa 2: Investigación en Internet o con recomendaciones
Es importante destacar aquí que esta segunda etapa ocurre normalmente cuando el paciente ya tiene un diagnóstico y sabe perfectamente que la cirugía es inevitable.
Es completamente normal que recurra a su círculo más cercano y los medios digitales para encontrar la mejor opción disponible, aún cuando su médico lo haya referido con algún cirujano en particular.
En esta fase es muy probable que interactúe contigo, pero con poca probabilidad de agendar una cita. Su principal propósito es buscar información sobre ti, tu experiencia, reseñas, contenidos, pero lo más importante: buscará elementos clave para validar que tú eres la mejor opción.
No pierdas tu objetivo inmediato. Aunque sientas la tentación de invitarlo al consultorio, enfócate en darle esas respuestas que está buscando y muéstrate siempre abierto a resolver todas sus preguntas.
Puedes emplear algunos de los siguientes recursos para responder a sus dudas:
• Brochures informativos sobre tus cirugías (pueden ser descargables a cambio de su correo electrónico)
• Guías prácticas de no más de 5 diapositivas y con diseño amigable.
• Cualquier otro tipo de material rico en contenido informativo.
• Atención por WhatsApp, Facebook Messenger o llamada.
Etapa 3 – Valoración de las alternativas
Efectivamente, esta es una de las fases clave en el proceso de decisión de tu paciente.
Quienes ya se encuentran en esta etapa son personas que se han informado sobre el procedimiento quirúrgico que requieren y, por tanto, es indispensable que estés cerca porque su decisión final está muy próxima.
Actualmente, una de las alternativas más directas y eficaces de hacernos presentes es el e-mail marketing, una herramienta que hoy por hoy juega un rol relevante en este contexto, puesto que te da la posibilidad de mantenerte en comunicación con la persona y enriquecer lo que hoy conoce a través de un contenido rico en información.
En este punto, ya puedes profundizar un poco más sobre la oferta de tus servicios médicos.
Toma nota de algunos puntos que podrás abordar en esta fase:
• Precios de las cirugías.
• Vías de financiamiento disponibles o seguros médicos.
• Centro hospitalario en donde se lleva a cabo el procedimiento quirúrgico.
• Tiempos de recuperación.
• Cómo agendar una cita de valoración.
Etapa 4: La segunda y definitiva interacción
Es así como llegamos al momento más importante: el de la definición. Este acercamiento normalmente es el definitivo y tu trabajo será facilitar tus puntos de contacto para que el usuario pase del punto A al punto B de la manera más sencilla posible. Una oportunidad que no puedes desaprovechar.
Y ya que estás en este punto, otro importante recurso que vale la pena destacar es aprovechar la inmediatez que nos brinda el tener una ventana virtualmente abierta las 24 horas del día, los 365 días del año (de ahí que una página web para tu consultorio y la tecnología digital sean fundamentales en tu estrategia)
Contar con la tecnología más adecuada es primordial para aprovechar esta interacción con el usuario que, bien vale la pena destacar, va totalmente decidido y con toda la intensión de dar el siguiente y último gran paso.
Algunos ejemplos que puedes implementar en esta fase son:
• Puedes usar la versión gratuita de Calendly.
• Conversaciones por Facebook Messenger y WhatsApp orientadas a confirmar una cita.
• Bots, chat en vivo en tu sitio web y cualquier otra herramienta de inteligencia artificial.
Etapa 5: Intención de cita de valoración
¡Felicidades, ya tienes una cita confirmada!
Tu objetivo se ha cumplido. Ahora, deberás de asegurarte de que todo esté programado de acuerdo a lo solicitado por tu paciente. No olvides confirmar tu cita previamente por teléfono o mensaje SMS. Esto es de gran utilidad ya que ayuda en muchos casos a reducir las inasistencias en tu consultorio.
No olvides que es justo a partir de este momento en el que deberás de asegurarte que la experiencia antes, durante y después de la consulta sea totalmente positiva.
Aprovecha uno de los medios más sencillos pero efectivos a tu alcance: los correos de confirmación, e indícale a tu paciente toda la información que necesitará saber:
• Costo de la consulta.
• Ubicación del consultorio.
• Horario agendado.
• Cómo llegar.
¡Ya estás aquí, no desaproveches esta magnífica oportunidad para demostrar por qué eres la mejor opción para tu paciente.
A manera de conclusión
Como bien puedes darte cuenta, el proceso de decisión de un paciente quirúrgico involucra mucho, te enfrentarás a muchos miedos y barreras que impedirán, a toda costa, confirmar su cirugía. Pero finalmente, tu perseverancia y estrategia prevalecerán.
Sabemos que no es por demás una decisión fácil y tu propósito deberá de ser la de asegurarte que tu paciente esté bien informado para tomar una decisión en todo momento. Compártele tu experiencia y hazlo sentir cómodo siempre.
Finalmente, deberás tener en consideración que ningún proceso es definitivo. Cada especialidad, país y perfil de persona es diferente, por lo que intenta siempre aprender cada vez más de ello, de manera que siempre te mantengas actualizado y en la mejor sintonía con las n
Cirugía de vesícula
Generalidades de la cirugía
La cirugía laparoscópica de vesícula biliar (colecistectomía) extirpa la vesícula biliar y los cálculos biliares a través de varios cortes (incisiones) en el abdomen. El cirujano le inflará el abdomen con aire o dióxido de carbono para ver con claridad.
El cirujano le insertará un instrumento iluminado adherido a una cámara de vídeo (laparoscopio) por una incisión cerca del ombligo. A continuación, el cirujano usará una pantalla de vídeo como guía mientras inserta instrumentos quirúrgicos dentro de las otras incisiones para extraer la vesícula biliar.
Antes de que el cirujano extirpe la vesícula biliar, es posible que le hagan un procedimiento especial de rayos X llamado colangiografía intraoperatoria, la cual muestra la anatomía de las vías biliares.
Necesitará anestesia general para esta cirugía, la cual suele durar 2 horas o menos.
Después de la cirugía, la bilis fluye desde el hígado (donde se produce) a través del conducto colédoco y hasta el intestino delgado. Debido a que se ha extirpado la vesícula biliar, el cuerpo ya no puede almacenar bilis entre comidas. A la mayoría de las personas esto les causa pocos o ningún efecto digestivo.
En 5 a 10 de cada 100 cirugías laparoscópicas de vesícula biliar en los Estados Unidos, el cirujano necesita cambiar a un método de cirugía abierta que requiere una incisión más grande. Entre los ejemplos de problemas que pueden requerir cirugía abierta en vez de cirugía laparoscópica se incluyen inflamación inesperada, tejido cicatricial, lesión o sangrado.
Qué esperar después de la cirugía
Es posible que le hagan la cirugía de vesícula biliar de manera ambulatoria o podría permanecer 1 o 2 días en el hospital.
La mayoría de las personas puede regresar a sus actividades habituales entre 7 y 10 días después. Los que se someten a cirugía laparoscópica de vesícula biliar están adoloridos durante aproximadamente una semana. Pero al cabo de 2 o 3 semanas tienen muchas menos molestias que aquellos que tuvieron una cirugía abierta. No son necesarias dietas especiales ni otras precauciones después de esta cirugía.
Por qué se hace
La cirugía laparoscópica de vesícula biliar es el mejor método de tratar los cálculos biliares que causan síntomas, a menos que haya una razón por la que esta cirugía no deba realizarse.
La cirugía laparoscópica se utiliza más frecuentemente cuando no hay factores presentes que pudieran complicarla.
Eficacia
La cirugía laparoscópica de vesícula biliar es segura y eficaz. La cirugía elimina los cálculos biliares que se encuentran en la vesícula biliar. No extirpa los cálculos presentes en el conducto colédoco. Pueden formarse cálculos en el conducto colédoco años después de haberse extirpado la vesícula biliar, aunque esto es poco común.
Riesgos
El riesgo general de una cirugía laparoscópica de vesícula biliar es muy bajo. Las complicaciones más graves que se pueden presentar incluyen:
Infección de una incisión.
Sangrado interno.
Lesión al conducto colédoco.
Lesión al intestino delgado causada por uno de los instrumentos usados durante la cirugía.
Riesgos de la anestesia general.
Otras complicaciones poco comunes pueden incluir:
Cálculos biliares que permanecen en la cavidad abdominal.
Bilis que se filtra dentro de la cavidad abdominal.
Lesión a los vasos sanguíneos del abdomen, como el vaso sanguíneo principal que lleva sangre desde el corazón hasta el hígado (arteria hepática). Esto es poco frecuente.
Un cálculo biliar que es empujado dentro del conducto colédoco.
Un corte en el hígado.
Es posible que se necesite más de una operación para reparar estas complicaciones.
Después de la cirugía de vesícula biliar, algunas personas tienen síntomas abdominales persistentes, como dolor, hinchazón, gases y diarrea (síndrome de poscolecistectomía).
Para pensar
La recuperación es mucho más rápida y menos dolorosa después de una cirugía laparoscópica que después de una cirugía abierta.
La estadía en el hospital después de una cirugía laparoscópica es más breve que la estadía después de una cirugía abierta. Las personas suelen regresar a su hogar el mismo día o al día siguiente en comparación con la estadía de entre 2 y 4 días o más tiempo para una cirugía abierta.
La recuperación es más rápida después de una cirugía laparoscópica.
Después de una cirugía laparoscópica, pasará menos tiempo alejado del trabajo y de otras actividades (alrededor de 7 a 10 días en comparación con 4 a 6 semanas).
Hernia Inguinal
Es la cirugía para reparar una hernia en la pared abdominal de la ingle. Una hernia es un tejido que protruye por un punto débil en la pared abdominal. Los intestinos pueden protruir a través de esta área debilitada.
Durante la reparación de la hernia, este tejido que protruye se empuja de nuevo hacia adentro. La pared abdominal se fortalece y se sostiene con suturas (puntos de sutura) y, algunas veces, una malla.
Descripción
Usted probablemente recibirá anestesia general (estará dormido y sin dolor) o anestesia raquídea para esta cirugía. Si la hernia es pequeña, le pueden aplicar anestesia local y un medicamento para relajarlo. En este caso, estará despierto, pero sin dolor.
En la cirugía abierta, el cirujano hará una incisión cerca de la hernia.
El cirujano encontrará la hernia y la separará de los tejidos a su alrededor. Luego, extirpará el saco de la hernia o reintroducirá los intestinos dentro del abdomen.
El cirujano cerrará los músculos abdominales debilitados con puntos de sutura. Con frecuencia, también se cose un pedazo de malla en el lugar para fortalecer la pared abdominal. Esto repara la debilidad en la pared del abdomen.
El cirujano puede usar un laparoscopio en lugar de realizar la cirugía abierta.
Un laparoscopio es una sonda delgada con una cámara diminuta en el extremo que le permite al cirujano ver dentro de esta área. El cirujano hará 3 o 4 incisiones pequeñas en la parte baja del abdomen, a través de las cuales introducirá el laparoscopio y otros instrumentos pequeños.
Se hará la misma reparación que en la cirugía abierta.
Los beneficios de esta cirugía son un tiempo de sanación más rápido, menos dolor y menos cicatrización. Es posible que la cirugía laparoscópica no se recomiende para hernias más grandes o más complicadas, o para hernias en crecimiento en ambos lados.
Por qué se realiza el procedimiento
El médico puede sugerir la cirugía de reparación de una hernia si usted tiene dolor o la hernia le molesta durante sus actividades cotidianas. Si la hernia no le está causando problemas, posiblemente no necesite cirugía. Sin embargo, estas hernias casi siempre no desaparecen por sí solas y pueden volverse más grandes.
Algunas veces, los intestinos pueden resultar atrapados en el interior, lo cual es potencialmente mortal. Si esto sucede, usted necesitaría una cirugía urgente de inmediato.
Riesgos
Los riesgos de cualquier cirugía son:
Sangrado.
Problemas respiratorios, como neumonía.
Problemas del corazón.
Infección.
Reacciones a los medicamentos.
Los riesgos de esta cirugía son:
Daño a otros vasos sanguíneos u órganos.
Daño a nervios.
Daño a los testículos si un vaso sanguíneo conectado a ellos resulta lesionado.
Dolor prolongado en el área de la incisión.
Retorno de la hernia.
Antes del procedimiento
Coméntele siempre al médico o al personal de enfermería:
Si está o podría estar en embarazo.
Si está tomando fármacos, suplementos o hierbas que haya comprado sin una receta.
Durante la semana antes de la cirugía:
Algunos días antes de la operación, le pueden solicitar que deje de tomar ácido acetilsalicílico (aspirina), ibuprofeno (Advil, Motrin), clopidogrel (Plavix), warfarina (Coumadin), naprosyn (Aleve, Naproxen) y otros fármacos como estos.
Pregúntele al médico qué fármacos debe tomar aun el día de la cirugía.
En el día de la cirugía:
No beba ni coma nada después de medianoche la noche anterior a la operación.
Tome los fármacos que el médico le recomendó con un sorbo pequeño de agua.
El médico o el personal de enfermería le dirán a qué hora debe llegar al hospital.
Después del procedimiento
La mayoría de los pacientes pueden bajarse de la cama una hora más o menos después de esta cirugía. La mayoría puede irse a casa el mismo día, pero algunos posiblemente necesiten quedarse en el hospital de un día para otro.
Algunos hombres pueden tener problemas para eliminar la orina después de la cirugía de la hernia. Si usted tiene problemas para orinar, puede necesitar un catéter (una sonda flexible que drenará la orina) en su vejiga durante un corto tiempo.
Extirpación abierta de la vesícula biliar
La extirpación abierta de la vesícula biliar es la cirugía para extirpar la vesícula biliar a través de un corte grande en el abdomen.
Descripción
La cirugía se hace mientras usted está bajo anestesia general, así que usted estará dormido y no sentirá dolor. Para llevar a cabo la cirugía:
El cirujano hace una incisión de 5 a 7 pulgadas (13 a 18 cm aprox.) en la parte superior derecha del abdomen, justo debajo de las costillas.
La zona se abre de manera que el cirujano pueda observar la vesícula biliar y separarla de otros órganos.
El cirujano cortará el conducto biliar y los vasos sanguíneos que llevan a la vesícula biliar.
La vesícula biliar se levanta suavemente y se extrae del cuerpo.
Durante la cirugía , se puede tomar una radiografía llamada colangiografía. Para hacer este examen, se inyecta tinte dentro del conducto colédoco y se toma una radiografía. El tinte ayuda a encontrar cálculos que pueden estar por fuera de la vesícula. También ayuda a identificar ramificaciones del conducto. Si se encuentran otros cálculos, el cirujano puede extraerlos con un instrumento especial.
La cirugía dura aproximadamente una hora.
Por qué se realiza el procedimiento
La cirugía de extirpación de la vesícula biliar se puede necesitar si usted tiene dolor u otros síntomas a raíz de los cálculos biliares. También puede necesitar la cirugía si su vesícula biliar no está funcionando normalmente.
Usted puede tener algunos o todos estos síntomas:
Indigestión (incluso hinchazón, acidez y gas)
Náuseas y vómitos
Dolor después de comer, normalmente en la zona superior derecha o media del abdomen(dolor epigástrico)
La forma más común de extraer la vesícula biliar es usando un instrumento médico llamado laparoscopio (colecistectomía laparoscópica). La cirugía abierta de la vesícula se utiliza cuando la cirugía laparoscópica no puede realizarse de manera segura. En algunos casos, el cirujano debe cambiar a una cirugía abierta si la cirugía laparoscópica no puede continuar exitosamente.
Otras razones para extirpar la vesícula por medio de una cirugía abierta son:
Sangrado inesperado durante la operación
Obesidad
Pancreatitis (inflamación del páncreas)
Embarazo (tercer trimestre)
Problemas hepáticos graves
Haberse sometido a cirugías anteriores en la misma zona del vientre
Apendicitis
El principal síntoma característico de la apendicitis aguda es un dolor abdominal intenso, localizado en el lado derecho inferior del abdomen, cerca del hueso de la cadera.
Sin embargo, el dolor de la apendicitis también puede comenzar ligeramente y de forma difusa, sin localizarse en una región específica del abdomen pudiendo sentirse alguna incomodidad alrededor del ombligo. Al cabo de unas horas, es muy común que este dolor se vaya concentrando donde se encuentra el apéndice, o sea, del lado inferior derecho del vientre.
Si sospecha que pueda tener una apendicitis, seleccione los síntomas que presenta a continuación:
Dolor de barriga generalizado
Dolor intenso en el lado inferior derecho del abdomen
Náuseas o vómitos
Pérdida del apetito
Fiebre baja persistente (entre 37.5°C y 38°C)
Malestar general
Estreñimiento o diarrea
Barriga hinchada o exceso de gases
Una forma que puede ayudar a confirmar la apendicitis en casa es hacer una ligera presión sobre la región donde se presenta el dolor y luego soltar rápidamente. Si el dolor es más intenso, puede ser un signo de apendicitis y, por lo tanto, se aconseja acudir a la emergencia hospitalaria para que sea evaluado por el médico a nivel clínico e indique la realización de exámenes como una ecografía abdominal, para confirmar si hay algún cambio en el apéndice.
En algunos casos, estos síntomas también pueden aparecer debido al exceso de gases, pero si no mejoran al cabo de 1 día, se debe acudir al hospital para que sea evaluado y verificar si los síntomas corresponden al de una apendicitis.
Conozca más detalles sobre la apendicitis y cómo se realiza la apendicectomía, la cual es la operación para extraer la el apéndice una vez diagnosticada su inflamación.
Cómo identificar la apendicitis en el bebé
La apendicitis es un problema raro en los bebés, sin embargo, cuando ocurre provoca síntomas como dolor en la barriga, fiebre y vómitos. Además de esto, también se puede notar, en algunos casos, una hinchazón en la barriga, así como extrema sensibilidad al tacto, que se traduce con llanto fácil al tocar la barriga, por ejemplo.
Por lo tanto, si hay sospechas de apendicitis es muy importante acudir inmediatamente al servicio de emergencia o al pediatra, para que se realicen los exámenes necesarios para iniciar rápidamente el tratamiento adecuado.
Síntomas de apendicitis crónica
A pesar de que la apendicitis aguda es el tipo más común, algunas personas pueden desarrollar apendicitis crónica, en la que surge dolor abdominal generalizado y difuso, pudiendo ser un poco más intenso en el lado derecho y debajo del abdomen. Este dolor puede durar varios meses o años, hasta que se haga el diagnóstico correcto.
Cuándo debe acudir al médico
Se debe ir inmediatamente a la emergencia hospitalaria si surgen los síntomas de una apendicitis, especialmente si hay:
Aumento del dolor abdominal;
Fiebre por encima de 38°C;
Escalofríos y temblores;
Diarrea o vómito con sangre.
Estos síntomas pueden indicar que el apéndice se rompió y las heces se esparcieron por la región abdominal, pudiendo causar una infección grave llamada peritonitis.
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