Los Hepatólogos en Mérida son médicos con entrenamiento en atención del Hígado, enfermedades como cirrosis, hígado graso son algunas de las que los especialistas atienden. Además atienden enfermedades causadas por virus, como la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C.
Un hepatologo en merida revisa Enfermedades causadas por drogas, venenos o toxinas o por ingerir demasiado alcohol. ...
Cáncer de hígado.
Enfermedades hereditarias, como hemocromatosis y la enfermedad de Wilson.
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Cirugía de la Vesícula Biliar: todo lo que necesita saber
En el pasado, cuando un cirujano recomendaba una operación de la vesícula biliar, muchas personas pensaban acerca de la experiencia de un familiar o amigo quien había tenido esta cirugía años atrás.
Normalmente estas personas tenían una gran incisión y probablemente habían tenido mucho dolor después de la cirugía. Ellos estuvieron en el hospital por una semana y no regresaron a sus actividades normales antes de seis semanas. Era comprensible estar preocupado por una experiencia similar. Quizás por no poder darse el lujo de estar ausente del trabajo, o por la preocupación de no estar totalmente funcional en el hogar por un mes o más.
Hoy, la mayoría de las cirugías de vesícula son realizadas mediante procedimientos de mínima invasión.
Efectivamente, el nombre médico de este procedimiento es Colecistectomía Laparoscópica, y como comenta en entrevista el Dr. Hans Heming, médico especialista en Cirugía General con más de 11 años de experiencia: “el paciente usualmente tiene mínimo dolor después de la cirugía, usualmente experimenta una recuperación más rápida que los pacientes operados con la cirugía tradicional de vesícula. Además, es un hecho que la mayoría de los pacientes regresan a su hogar en un día y disfrutan un rápido retorno a las actividades normales.”
¿Qué es la Vesícula Biliar?
El especialista-certificado en Cirugía General y Laparoscopía- explica que la vesícula biliar es un órgano en forma de pera que descansa debajo del lado derecho del hígado. Su función principal es guardar y concentrar un líquido digestivo (bilis) producido por el hígado. La bilis es liberada por la vesícula después de comer, así ayudando a la digestión. La bilis viaja a través de unos tubos delgados, que son conocidos como vía biliar, hacia el intestino delgado.
En la mayoría de los pacientes la extracción de la vesícula biliar no se asociada a ningún daño de la digestión.
¿Cuáles son las causas de los problemas de la vesícula?
Los problemas de la vesícula biliar son usualmente causados por la presencia delitos, coloquialmente conocidos como cálculos, los cuales son pequeñas piedras compuestos principalmente de colesterol y sales biliares las cuales se forman en la vesícula o en la vía biliar. Hasta la fecha no se conoce alguna medida efectiva para prevenir las piedras en la vesícula, pero se sugiere una dieta baja en grasas y alta en fibra, así como evitar el sobrepeso. Estos cálculos o piedras pueden obstruir la salida de la bilis de la vesícula, causando así su inflamación y produciendo dolor abdominal agudo, vómito, indigestión, y ocasionalmente fiebre.
¿Cómo se encuentran y tratan estos problemas de la vesícula?
El ultrasonido es el método más usado para diagnosticar las piedras en la vesícula. En otros casos más complejos, otros exámenes pueden ser usados para evaluar la vesícula y la vía biliar.
Las piedras no son expulsadas por sí mismas como sucede con las piedras de los riñones. Algunos pueden ser manejados temporalmente con medicamentos o con dietas especiales. Este tratamiento tiene a corto tiempo una baja tasa de éxito y los síntomas continuarán hasta que la vesícula sea retirada por cirugía.
La extracción quirúrgica de la vesícula biliar es el tratamiento más reconocido a través del tiempo y seguro para las enfermedades de la vesícula biliar.
¿Cómo se realiza la cirugía laparoscópica de la Vesícula Biliar?
Bajo anestesia general, el paciente va a estar dormido durante la cirugía.
Con un laparoscopio (un fino telescopio) conectado a una cámara especial es introducido dando al cirujano una imagen magnificada de los órganos internos del paciente sobre una pantalla de televisión.
Otras cánulas son insertadas para permitirle a su cirujano separar delicadamente la vesícula de su cuerpo y extraerla a través de una de las aperturas.
Si el cirujano encuentra una o más piedras en la vía biliar, puede extraer(los) usando un equipo especial o puede decidir extraerlos después usando otro procedimiento mínimamente invasivo. De igual manera puede decidir convertir el procedimiento a una cirugía abierta con el objetivo de extraer todos los cálculos en esta cirugía.
Después de que el cirujano ha extraído la vesícula, las pequeñas incisiones son cerradas con un punto o dos, o con una cinta quirúrgica.
¿Qué ocurre si la cirugía no se puede realizar por medio de la laparoscopia?
En un número pequeño de pacientes el método laparoscópico no es posible por la incapacidad de visualizar o manejar los órganos efectivamente. También puede que las condiciones médicas del paciente contraindiquen la cirugía laparoscópica.
La decisión de realizar un procedimiento abierto es una decisión de juicio realizada por su cirujano antes o durante la cirugía. Algunos factores que aumentan el riesgo de conversión a cirugía abierta incluyen la obesidad, antecedentes de cirugías abdominales previas que causan cicatrices densas, o sangrado durante la cirugía. La decisión de convertir a cualquier procedimiento abierto es basada estrictamente en la seguridad del paciente.
¿Cuánto tiempo permanecerá en el hospital?
La mayoría de los pacientes regresan a su hogar al día siguiente de la cirugía si fue realizada de forma laparoscópica. Algunos pacientes incluso pueden regresar el mismo día de la cirugía, en comparación a los 2 a 3 días después de un procedimiento tradicional abierto.
¿Cuándo puede regresar a trabajar?
La mayoría de los pacientes pueden regresar a trabajar dentro de siete días después del procedimiento laparoscópico. Por supuesto, esto depende de la naturaleza de su empleo. Pacientes con trabajos administrativos o de escritorio usualmente retornar en pocos días, mientras los que tienen trabajos manuales o que tienen que levantar objetos pesados pueden demorarse un poco más.
Los pacientes los que se realiza el procedimiento con técnica abierta no deben retornar a sus actividades normales por cuatro a seis semanas.
¿Tendrá una gran cicatriz?
No. Usando las técnicas laparoscópicas, el cirujano puede evitar una gran incisión, dejando al paciente solo con unas cuatro pequeñas marcas.
¿Existen riesgos relacionados a la Colecistectomía Laparoscópica?
Existen riesgos relacionados a cualquier clase de operación. La gran mayoría de los pacientes de colecistectomía laparoscópica experimentan pocas o ninguna complicación, y rápidamente retornan a sus actividades normales.
Es importante recordar que antes de realizarse cualquier tipo de cirugía (bien sea laparoscópica o abierta), usted debe preguntar a su cirujano acerca de las posibles complicaciones de la cirugía. Los riesgos de colecistectomía laparoscópica son menores que los riesgos de dejar una condición sin tratamiento.
¿La extracción laparoscópica de la vesícula es la indicada para usted?
Finalmente, el especialista agregó que “aunque hay muchas ventajas de la laparoscopia, el procedimiento puede no ser apropiado para algunos pacientes quienes han tenido cirugías previas abdominales o quienes tienen alguna condición médica previa. A través de una evaluación hecha por el cirujano general se puede determinar si la cirugía laparoscópica de la vesícula es la apropiada”.- finalizó.
El Dr. Hans Heming es experto certificado en Cirugía General y Laparoscopía con atención y tratamiento de enfermedades del sistema digestivo, con consultorio 232 en el Hospital Eme Red, ubicado en Av. Pérez Ponce #496 x 56 y Paseo de Montejo, de la ciudad de Mérida, Yucatán. Tel: 9-27-92-00 Ext. 1269. Cel: 9992-18-53-32. https://www.drhemingcirujano.com/
¿Qué es la cirrosis?
La cirrosis es una afección en la que el hígado se deteriora lentamente y funciona mal debido a una lesión crónica. El tejido sano del hígado se sustituye por tejido cicatricial, bloqueando parcialmente la circulación de la sangre a través del hígado. La cicatrización también deteriora la capacidad del hígado de:
Controlar las infecciones
Eliminar las bacterias y las toxinas de la sangre
Procesar los nutrientes, hormonas y medicamentos
Fabricar las proteínas que regulan la coagulación sanguínea
Producir bilis para ayudar a absorber grasas, incluido el colesterol, y vitaminas solubles en grasas
Un hígado sano es capaz de regenerar la mayoría de sus propias células cuando se dañan. En la cirrosis en etapa terminal, el hígado no puede sustituir eficazmente las células dañadas. Se necesita un hígado sano para la supervivencia.
La cirrosis es la doceava causa de muerte por enfermedad, causando 27,000 muertes por año.1 La afección afecta con un poco más de frecuencia a los hombres que a las mujeres.
¿Qué causa la cirrosis?
La cirrosis tiene varias causas. En los Estados Unidos, las causas más comunes de cirrosis son el consumo abundante de alcohol y la hepatitis C crónica. La obesidad se está convirtiendo en una causa común de cirrosis, ya sea como causa única o en combinación con el alcohol, con la hepatitis C o con ambos. Muchas personas con cirrosis tienen más de una causa de daño hepático.
La cirrosis no es causada por trauma de hígado u otras causas de daño agudo o de corto plazo. Generalmente, años de lesión crónica son necesarios para causar la cirrosis.
Enfermedad hepática relacionada con el alcohol . La mayoría de las personas que consumen alcohol no sufren daño hepático. Pero el consumo abundante de alcohol durante varios años puede causar una lesión crónica en el hígado. La cantidad de alcohol necesaria para provocar daño hepático varía mucho de una persona a otra. En el caso de las mujeres, consumir de dos a tres tragos (incluidos la cerveza y el vino) por día y en el caso de los hombres, de tres a cuatro tragos por día, puede provocar daño hepático y cirrosis. En el pasado, la cirrosis relacionada con el alcohol causaba más muertes que la cirrosis provocada por cualquier otra causa. Las muertes que son consecuencia de la cirrosis relacionada con la obesidad están aumentando.
Hepatitis C crónica. El virus de la hepatitis C es una infección hepática que se transmite por contacto con la sangre de una persona infectada. La hepatitis C crónica provoca inflamación y daño al hígado que con el tiempo puede causar cirrosis.
Hepatitis B y D crónicas. El virus de la hepatitis B es una infección hepática que se transmite por contacto con la sangre, semen u otro fluido corporal de una persona infectada. La hepatitis B, como la hepatitis C, provoca inflamación y lesiones al hígado que pueden provocar la cirrosis. La vacuna contra la hepatitis B se les administra a todos los bebés y a muchos adultos para prevenir el virus. La hepatitis D es otro virus que infecta el hígado y puede provocar cirrosis, pero sólo se presenta en personas que ya tienen hepatitis B.
Enfermedad de hígado graso no alcohólica. En la enfermedad de hígado graso no alcohólica (nonalcoholic fatty liver disease, NAFLD por sus siglas), se provoca un aumento de la grasa en el hígado que finalmente causa la cirrosis. Esta enfermedad hepática cada vez más común está asociada con la obesidad, la diabetes, la desnutrición proteica, la enfermedad de las arterias coronarias y los medicamentos cortico esteroides.
Hepatitis autoinmune. Esta forma de hepatitis es causada por un ataque del sistema inmunitario del cuerpo a las células del hígado, lo que provoca inflamación, daño y finalmente cirrosis. Los investigadores creen que hay factores genéticos que pueden hacer que algunas personas sean más propensas a las enfermedades autoinmunes. Alrededor de un 70 por ciento de las personas con hepatitis autoinmune son mujeres.
Enfermedades hereditarias. La fibrosis quística, el déficit de alfa-1-antitripsina, la hemocromatosis, la enfermedad de Wilson, la galactosemia y las glicogenosis son enfermedades hereditarias que interfieren con la forma en que el hígado produce, procesa y almacena enzimas, proteínas, metales y otras sustancias que el cuerpo necesita para funcionar adecuadamente. Estas afecciones pueden causar cirrosis.
Medicamentos, toxinas e infecciones . Otras causas de cirrosis pueden ser las reacciones a medicamentos, la exposición prolongada a químicos tóxicos, las infecciones parasitarias y los ataques repetidos de insuficiencia cardíaca con congestión del hígado.
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